REGALO A LA HERMANDAD DE JESUS

El pasado jueves, día 24 de octubre, la Junta de Gobierno de la Hermandad del Santo Entierro fue a visitar a la Hermandad de Jesús para entregarles un presente con motivo de su cuatrocientos aniversario fundacional.

Se escogió el día 24 porque sabíamos que para esa fecha ya estarían trasladadas las Sagradas Imágenes Titulares en la Casa Hermandad con motivo de la salida extraordinaria y además la Junta de Gobierno de Jesús estaría reunida pues lo hacen todos los jueves.


Hay que decir que nosotros nos presentamos con el estandarte y las varas de Hermano Mayor y Mayordomo para aprovechar la visita y dejarlas en la Casa Hermandad de Jesús ya preparados para el día de la salida extraordinaria. Este hecho motivó una graciosa anécdota al reaccionar inmediatamente la Junta de Jesús y recibirnos con su estandarte y varas correspondientes como para darle todavía más caracter oficial al acto.

Tras unas palabras de nuestro Hermano Mayor, Manuel Corona, quien destacó la labor evangelizadora de la Hermandad de Jesús a través de 400 años de historia en Lora del Río y que son un ejemplo a seguir, se hizo entrega del regalo al Hermano Mayor de Jesús Angel Liñán Maldonado.


El regalo consiste en un cuadro en el que se representa, sobre el mismo fondo morado del cartel del 400 aniversario y con su logotipo, una fotografía de María Santísma de las Angustias al pie de la cruz en la cabecera de Nuestro Señor Yacente con una leyenda que dice: "La Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de las Angustias a la Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, con motivo de su cuatrocientos aniversario fundacional y en prueba de nuestro eterno amor y devoción hacia sus Titulares. Año del Señor de 2009".


Tras recibir el regalo, en nombre de la Hermandad de Jesús, su Hermano Mayor, Angel Liñán, pronunció unas bonitas palabras de agradecimiento que reflejaban la idea de conciliación entre nuestras Hermandades y el espiritu de colaboración, convivencia y unión entre nuestras dos corporaciones.


Pero nuestro regalo no fue nada comparado con el que nos tenían preparado a nosotros. Habían decidido que, con motivo de nuestra visita, fueramos nosotros los que subiesemos a Nuestro Padre Jesús a su paso para la salida extraordinaria. Fue un momento de oración, recogimiento y sentimientos a flor de piel los que pudimos vivir los allí presentes al estar al lado de Nuestro Padre Jesús y ayudarlo a subir a su paso para que el sábado todo el pueblo de Lora lo vea celebrar su cuatrocientos aniversario y lucir una más que merecida condecoración como es la Medalla de la Villa.

Queremos terminar este artículo con palabras de Angel Maldonado: "que actos y momentos como los vividos la noche del pasado jueves sirvan para unir más si cabe a las dos Hermandades y seamos ejemplo de convivencia y amor". Que así sea.